Posada del Sol IV

En la colonia Doctores, se encuentra, escondido entre changarros de comida y grafitti, un impresionante edificio de la primera mitad del siglo XX, que, durante las últimas décadas, ha sido devorado por el tiempo y el abandono. Una enorme construcción que mezcla la arquitectura colonial con acabados de Art Nouveau, que había sido pensado para convertirse en un refugio para los artistas e intelectuales que buscaran un lugar para relajarse e inspirarse. Un inmueble que nunca ha sido habitado, pues, según cuenta la gente, es uno de los lugares más embrujados de la Ciudad de México.

El sueño de Fernando Saldaña Galván era construir un bello hotel de lujo, en el que todos los visitantes pudieran relajarse y disfrutar de su arquitectura, sus jardines y la cultura en general. Por lo mismo, durante la primera mitad del siglo XX invirtió en la construcción de la Posada del Sol. Poco a poco, la construcción empezó a tomar forma, dejando ver un imponente hotel que cautivaría a todo aquél que lo visitase. Sin embargo, durante la construcción, laPosada del Sol empezó a enfrentar diferentes problemas. Por un lado, Fernando Saldaña no contaba con los permisos para realizar su obra, por lo que el gobierno clausuró varias veces la construcción; por el otro lado, la planeación del mismo no era perfecta, por lo que se encontraron con varios problemas de infraestructura en el inmueble.

El tiempo pasó. Los meses se volvieron años y las deudas de Saldaña empezaron a crecer. De pronto, el sueño de Saldaña parecía un constante horizonte que, por más que se avanzaba era inalcanzable. Cuenta la leyenda que, gracias a las grandes deudas, a la falta de apoyo y a la impotencia de no poder cumplir su sueño; Fernando Saldaña decidió quitarse la vida. Una mañana muy temprano salió al patio de la Posada del Sol y se colgó de una campana que se encontraba justo frente a la estatua de Francisco de Asís. Ese mismo día, frente a la estatua del santo, se encontró un mensaje grabado en lapared del jardín, en el que se podía leer:

"Declaro sin terminar, considerando las adversas circunstancias durante la ejecución de la Posada del Sol, que habrá pocos hombres capaces de proyectarla, construirla y terminarla. Sin embargo, ni busco, ni espero, ni admitiré vanagloria alguna.
Sólo recomiendo a quien le plazca que se justiprecie a los vanidosos y engrandecidos sin méritos propios que trataron de humillarme, sobrecargaron de dificultades o treparon sobre mi para aumentar su boato o patrimonio.
He laborado sin tregua y sin esperanza.
El tiempo hablará suum cuique cuidándonos del mundo.
El respeto al trabajo es la finalidad de toda revolución.
F.S.G.
Febrero 22 de 1945"

Se dice, que desde ese día, sobre la Posada del Sol cayó un maldición, convirtiéndola en un lugar inhabitable. De hecho, este inmueble alguna vez fue la sede del Instituto Indigenista Americano, el Consejo de Recursos Minerales y del Procuraduría General de Justicia, pero rápidamente volvió a quedar en el abandono sin razón aparente. Se dice que el lugar está embrujado, que no importa la hora en la que lo visites, puedes encontrarte con el fantasma de su creador rondando por sus pasillos, o que, incluso, se puede ver la figura del hombre ahorcado en las noches, cuando la campana suena sin razón aparente. También se dice, que se pueden ver las ánimas en pena de todas las personas a las que se les ha quitado la vida dentro del inmueble, ya que, por su tamaño y ubicación, es un lugar ideal para realizar diferentes ritos y delitos. Convirtiéndolo en uno de los lugares embrujados más emblemáticos de la Ciudad de México.

Pero, cabe mencionar que Fernando Saldaña Galván no murió realmente ahorcado en la campana frente a la estatua de San Francisco de Asís; murió tranquilo en su casa de Las Lomas bastante tiempo después, lo que descarta la versión del suicidio. Aun así, mucha gente asegura haber visto un fantasma de figura quijotesca rondar por los pasillos de la Posada del Sol u oscilando ahorcado en el patio. También se cuestionan las razones por las que ha quedado en el abandono total, a pesar de haber sido ocupado por diferentes instancias gubernamentales. Embrujado o no, es algo que quizás nunca se pueda probar, la historia y las leyendas que se cuentan sobre la Posada del Sol hacen que este lugar sea uno de los edificios más enigmáticos de la Ciudad de México.

Nota: Hoy en día, el Gobierno del Distrito Federal cuenta con un proyecto para remodelar la Posada del Sol y convertirla en un FARO Cultural bajo la administración de la Secretaría de Cultura.